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El sembrador de dátiles

En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras. Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a Eliahu transpirando, mientras parecía cavar en la arena. - ¿Qué tal anciano? La paz sea contigo. - Contigo -contestó Eliahu sin dejar su tarea. -¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos? -Siembro -contestó el viejo. -¿Qué siembras aquí, Eliahu? -Dátiles -respondió Eliahu mientras señalaba a su alrededor el palmar. -¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez. El sembrador de dátiles -El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor. - No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos… - Dime, amigo: ¿cuántos años tienes? - No sé… sesenta, setent

Come la fruta

El maestro sufí contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma. - Maestro – lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado. – Pido perdón por eso. – se disculpó el maestro – Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno. – Gracias maestro. – respondió halagado el discípulo. – Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites? Come la fruta – Si. Muchas gracias – dijo el alumno. – ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?… – Me encantaría… Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro… – No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte… Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo… – No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! – se quejó sorprendido el discípulo. El maestro hizo una pausa y dijo:

El oro y las ratas

Había una vez un rico mercader que, a punto de hacer un largo viaje, tomó sus precauciones. Antes de partir quiso asegurarse de que su fortuna en lingotes de oro estaría a buen recaudo y se la confió a quien creía un buen amigo. Pasó el tiempo, el viajero volvió y lo primero que hizo fue ir a recuperar su fortuna. Pero le esperaba una gran sorpresa. -¡Malas noticias! -anunció el amigo-. Guardé tus lingotes en un cofre bajo siete llaves sin saber que en mi casa había ratas. ¿Te imaginas lo que pasó? El oro y las ratas -No lo imagino -repuso el mercader. -Las ratas agujerearon el cofre y se comieron el oro. ¡Esos animales son capaces de devorarlo todo! -¡Qué desgracia! -se lamentó el mercader-. Estoy completamente arruinado, pero no te sientas culpable, ¡todo ha sido por causa de esa plaga! Sin demostrar sospecha alguna, antes de marcharse invitó al amigo a comer en su casa al día siguiente. Pero, después de despedirse, visitó el establo y, sin que lo viera

Éxito en tu vida explicado en 10 consejos

Estas lecciones para el éxito en tu vida personal no se enseñan en la escuela y se suelen aprenden a base de errores. Aprender de otros es lo más sencillo Aprender de otros es la mejor manera de obtener la sabiduría de los éxitos y fracasos ajenos. La mayoría de estas lecciones éxito en tu vida personal no se enseñan en la escuela y se aprenden a base de errores.  Sin embargo, puedes obtener los conocimientos de quienes los han alcanzado antes, para poder lanzarte de cabeza en el desarrollo y éxito de ti mismo con la guía de la experiencia y los conocimientos de los que han estado allí antes. Estos 10 valiosas lecciones para el éxito en tu vida también te servirán como un recordatorio sobre como vivimos nuestras vidas y para tratar de ser lo mejor que puedas cada día.  Éxito en tu vida explicado en 10 consejos 1. Actitud Único lo que puedes controlar es tu actitud ante la vida y cómo lidiar con ella. Si tu actitud está dominada por pensamientos negativos, entonces

Hay regalos que no te convienen recibir

Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo. Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo: -Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora. El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado. El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó: -¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes? Hay regalos que no te convienen recibir El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta. -Por supuesto que no. Contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho. -Bueno, prosiguió el profesor, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradab

Cómo trabajar con tu enemigo

Trepas, pelotas, escaqueados y caraduras son los más indeseables de la oficina. Convivir con ellos es algo sencillo hasta que se convierten en enemigos Pasamos buena parte de nuestra vida en la oficina, rodeados de personas de toda índole, clase y condición a las que apenas conocemos.  Las relaciones laborales son eso, laborales y conviene no confundirlas con las personales. En momentos tan duros como los que vivimos, en los que los despidos, las bajadas de sueldo y las promociones inexplicables están a la orden del día, mantener el puesto de trabajo despierta el instinto de supervivencia profesional.  Cómo trabajar con tu enemigo ¿Qué actitudes convierten a tu mejor colega en un enemigo? Eva Rimbau, profesora de la UOC y experta en dirección de recursos humanos, tiene la respuesta: “Es especialmente peligroso el compañero que parece simpático y comprensivo, que te invita a contarle tus problemas y que luego utiliza esta información en tu contra”. Pero lo peligroso vie

El puente

Había una vez dos hermanos, Tomás y Javier. Vivían uno al frente del otro en dos casas de una hermosa campiña. Por problemas pequeños, que al acumularse sin resolverse se fueron haciendo grandes con el tiempo, los hermanos dejaron de hablarse. Incluso evitaban cruzarse en el camino. El puente Cierto día llegó a la casa de Tomás un carpintero y le preguntó si tendría trabajo para él. Tomás le contestó: -¿Ve usted esa madera que está cerca de aquel riachuelo? Pues la he cortado ayer. Mi hermano Javier vive en frente y, a causa de nuestra enemistad, desvió ese arroyo para separarnos definitivamente. Así que yo no quiero ver más su casa. Le dejo el encargo de hacerme una cerca muy alta que me evite la vista de la casa de mi hermano. Tomás se fue al pueblo y no regresó sino hasta bien entrada la noche. Cuál no sería su sorpresa al llegar a su casa, cuando, en vez de una cerca, encontró que el carpintero había construído un hermoso puente que unía las dos partes de la

El pago a los héroes de Filipinas

En 1898, unos héroes españoles resistieron en Filipinas siendo los últimos en defender lo poco que quedaba del Imperio español. Ahora se ha vuelto a realizar otra película y estos hechos heroicos vuelven a estar de actualidad.  No he visto la película, aunque he investigado cierta parte de la historia que tal vez no sea muy conocida y que voy a contar sin entrar en demasiados detalles. Tal como se cita en la Wikipedia : El sitio de Baler (30 de junio de 1898 — 2 de junio de 1899) fue un asedio al que fue sometido un destacamento español por parte de los insurrectos filipinos en la iglesia del pueblo de Baler, en la isla filipina de Luzón, durante 337 días. Desde diciembre de 1898, con la firma del Tratado de París entre España y Estados Unidos, se ponía fin formalmente a la guerra entre ambos países (que habían firmado un alto el fuego en agosto) y España cedía la soberanía sobre Filipinas a Estados Unidos. Debido a esto, los sitiados en Baler son conocidos como los últimos d