Maquiavelo dice: Es de mal ejemplo no observar una ley hecha, máxime si son sus autores quienes dejan de cumplirla; y peligrosísima para los que gobiernan un estado tener en continua incertidumbre la seguridad personal. Maquiavelo . La observancia de las leyes por quien gobierna Hecho el acuerdo y restablecidas las antiguas instituciones en Roma, citó Virgilio a Apio ante el pueblo para defender su causa. Presentóse éste acompañado de muchos nobles. Pidió Virgilio que le prendieran, y Apio demandó a gritos la apelación al pueblo. Sostenía Virgilio que no era digno de aquella apelación quien la había abolido, ni de tener por defensor a aquel pueblo que había maltratado. Apio replicaba que no debía violar el pueblo aquel derecho de apelación, cuyo restablecimiento con tanto empeño había reclamado. A pesar de ello fue preso y, antes de ser juzgado, se suicidó. Aunque la malvada vida de Apio merecía el mayor castigo, fue, sin embargo, injusto violar en su perjuicio las leyes