La antigua China es conocida por haber tenido algunas de las formas de castigo más crueles y brutales de la historia. Entre estas prácticas, destaca una forma de ejecución particularmente horripilante conocida como "corte de cintura" o "lingchi". Esta ejecución, como su nombre sugiere, consistía en cortar literalmente a una persona por la mitad a la altura de la cintura. Ver Niño de 14 años ejecutado en la silla eléctrica El corte de cintura era considerado uno de los castigos más severos y estaba reservado para los criminales que habían cometido los delitos más graves, como la traición, el parricidio o crímenes particularmente atroces contra el estado o la familia real. Lo que hacía este método de ejecución especialmente aterrador era que la muerte no era instantánea. Debido a la naturaleza del corte, muchas víctimas permanecían conscientes y vivas durante un tiempo después de ser cortadas, lo que prolongaba su agonía de manera inimaginable. Durante la dinastía Q