Estos tres ejemplos históricos nos muestran cómo un pequeño error o un evento fortuito puede tener un impacto significativo en el curso de la historia. La caída de Constantinopla, la fallida invasión de Japón y las flotas del tesoro chino son solo algunos ejemplos de cómo los acontecimientos inesperados pueden cambiar el destino de naciones y civilizaciones. Ver Las estrategias ocultas de la Biblia 1) El error que perdió Constantinopla En 1453, la capital bizantina de Constantinopla fue conquistada por los otomanos porque un guardia accidentalmente dejó abierta una de las puertas. El ejército otomano notó el error e inmediatamente procedió a capturar la puerta, permitiendo así que el resto de sus fuerzas entraran a la ciudad. La caída de Constantinopla es posiblemente uno de los eventos más importantes en la historia europea, y que sea causado por un error tan descabellado es bastante doloroso. No me malinterpreten, la ciudad probablemente iba a caer de todos modos; pero caer porque