Las Unidades Femeninas de Protección (YPJ) implementaron una táctica militar inusual pero efectiva en su lucha contra los combatientes del Estado Islámico (ISIS). En lugar de seguir el protocolo de sigilo y sorpresa, las mujeres de YPJ optaron por cantar, silbar y reír a carcajadas al encontrarse con el enemigo. Este comportamiento ruidoso no solo revelaba su presencia, sino que también desafiaba las expectativas tradicionales sobre el papel de las mujeres en el combate. La efectividad de esta estrategia se debe en gran parte a las creencias religiosas de los combatientes de ISIS. Estos hombres estaban convencidos de que ser asesinados por una mujer les impediría entrar al paraíso, lo que generaba un profundo temor en ellos. Al enfrentarse a las YPJ, muchos optaban por huir, aterrorizados por las posibles consecuencias en el más allá. Esta táctica no solo aprovechaba la ideología del enemigo, sino que también representaba una amenaza psicológica significativa para ISIS. Los terroristas