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Dios se puede equivocar

En la época de Luis XIV de Francia, la Iglesia consideraba que un hombre que no honraba a su esposa estaba evadiendo el mandato divino de perpetuar la especie. Por lo tanto, una esposa puede presentar una demanda ante el Tribunal de Impotencia para exigir daños y perjuicios a un marido culpable de rupturas... Ver  Cómo vencer la impotencia: Consejos y tratamientos efectivos Esta historia ofrece un fascinante vistazo a las costumbres jurídicas y sociales de la Francia del siglo XVII, particularmente bajo el reinado de Luis XIV. El caso del marqués de Langeay, si bien podría parecer una anécdota humorística o pintoresca a nuestros ojos modernos, refleja en realidad las estrictas normas de la época en torno al matrimonio, la virilidad masculina, y el rol de la Iglesia en la vida cotidiana. Contexto histórico y social Durante el reinado de Luis XIV (1643-1715), la sociedad francesa estaba profundamente influenciada por la Iglesia católica y sus enseñanzas. El matrimonio no solo era

El aislamiento es peligroso

El mundo es un sitio peligroso y los enemigos acechan por doquier; todos necesitan protegerse.  El aislamiento es peligroso  Una fortaleza se presenta como la alternativa más segura frete a un entorno peligroso. Pero el aislamiento lo expone más de lo que lo protege de los peligros que lo rodean, ya que lo aísla de información valiosa y lo destaca como un blanco fácil para los demás. Es mucho más seguro circular, mezclarse entre la gente y buscar aliados. La multitud lo protege de sus enemigos peligrosos. En la década de 1660, Luis XIV hizo construir, para él y su corte, el palacio de Versailles, que no se parecía a ningún otro palacio del mundo. Como en una colmena, todo giraba en torno del rey. Vivía rodeado de nobles, que ocupaban departamentos situados en torno del suyo, más o menos cercanos según el rango de cada uno. El dormitorio del monarca ocupaba el centro geográfico del palacio y era el foco de atención de todos. Cada mañana, el rey era saludado en su