Orwell acabó la novela “1984” en 1948, hace ya 65 años. Lo que era un aviso, ahora es un manual que se aplica de forma diligente por todos los aspirantes a Gran Hermano que pululan como moscas y tábanos por el planeta. La novela de Orwell se ambienta en Londres, que pertenece a un estado llamado Oceanía. Los ciudadanos viven sometidos a un control total y a una propaganda que les impide pensar de forma crítica. Todos los derechos están suprimidos y la existencia es miserable, con riesgo de perder la vida, o ser encarcelado o torturado, si no se demuestra suficiente fidelidad y adhesión al Gran Hermano. Se organizan numerosos actos colectivos donde se exige la participación activa de los miembros, gritando las consignas del partido, vociferando contra los supuestos traidores y dando rienda suelta al más desaforado fanatismo. Solo con fervor fanático se puede escapar a la omnipresente vigilancia de la policía del pensamiento. Orwell hizo un aviso, no un manual de Gran Herman