Amit era un alto funcionario de la corte del Rey Akbar. Hacía ya algún tiempo, él nutría un deseo de chupar los voluptuosos senos de la Reina hasta extasiarse. Un día le reveló su deseo secreto a Birbal, el consejero del Rey, y le pidió que lo ayudara. Después de pensarlo bien, Birbal estuvo de acuerdo en ayudarlo a cambio de mil monedas de oro. Amit aceptó el precio. Paga tus deudas o el castigo será terrible Al día siguiente, Birbal preparó un líquido que causaba comezón y lo derramó en el sostén de la Reina, que había dejado fuera mientras se bañaba. Poco después comenzó la comezón en sus senos, aumentando en intensidad a medida que pasaban las horas, dejando al Rey muy preocupado. Enseguida llamaron a Birbal para solicitar su opinión sobre el caso, a lo que él contesto que solamente una saliva muy especial aplicada por un periodo de cuatro horas curaría el mal. Birbal también dijo que oportunamente esa saliva podría ser encontrada en la boca de Amit. El Rey Ak