Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como cráter

Maquiavelo y sus excelentes discípulos

Un manual imprescindible para entender el poder desde Maquiavelo hasta el siglo XXI Si alguna vez te has preguntado cómo funciona realmente el poder, este libro es para ti. Maquiavelo y sus excelentes discípulos  es la radiografía lúcida y sin filtros que necesitas para dejar atrás la ingenuidad. No es solo un recorrido histórico; es un manual estratégico que te enseña a reconocer, entender y navegar las complejidades de la manipulación, desde el Renacimiento hasta la era de los algoritmos y el populismo del siglo XXI.  ¿Por qué este libro es crucial para ti? Este no es un texto académico aburrido, sino una narrativa envolvente que disecciona la estrategia detrás de los movimientos de los líderes más influyentes de la historia, desde Maquiavelo y César Borgia hasta Napoleón, Bismarck y Kissinger. Comprenderás la verdad incómoda:  Te ofrece una comprensión mucho más clara del mundo en que vivimos, mostrándote que el maquiavelismo sigue vivo, oculto detrás de discursos emoc...

El cráter de una bomba atómica

La prueba nuclear de Sedán en 1962 dejó un cráter de 100 metros de profundidad con un diámetro de 390 metros tras la detonación de una bomba de hidrógeno de 104 kilotones colocada a 194 metros bajo tierra. La explosión desplazó 11.000.000 de toneladas de material. Ver  Armamento nuclear iraní: ¿una amenaza real o una estrategia diplomática? El tamaño de un cráter dejado por una bomba termonuclear depende de varias cosas: - el poder de la bomba, - la profundidad a la que se colocó por encima o por debajo del suelo, - La geología local. La explosión de prueba del Sedán fue la más grande de la Operación Plowshare, un intento del Departamento de Energía para investigar el uso de PNE (explosiones nucleares pacíficas). La mayor prueba nuclear de Estados Unidos, la de Castle Bravo en el atolón de Bikini en 1954, dejó un cráter de 2.000 metros de diámetro y 74 metros de profundidad, causado por una bomba de hidrógeno de 15 megatones detonada a nivel del suelo. Sin embargo, hay otra cara de...

El cráter maldito

En 1949, el geólogo Vadim Kolpakov se embarcó en una expedición a Siberia, sin darse cuenta de que estaba a punto de descubrir uno de los misterios sin resolver más extraños del mundo: el cráter Patomskiy. Cuando se puso en marcha, los yakutos locales advirtieron a Kolpakov que desistiera, explicando que el lugar que estaba a punto de explorar se consideraba tan maldito que incluso los animales lo evitaban. Lo llamaban el "Nido del Águila de Fuego", y las personas que se encontraban cerca de él comenzaron a sentirse enfermas, mientras que otras simplemente desaparecieron sin dejar rastro. Pero un hombre de ciencia como Kolpakov no podía dejarse detener por tales historias. Una vez que llegó al centro de los bosques siberianos, encontró un cráter gigante, del tamaño de "un edificio de 25 pisos". De cerca, parecía la boca de un volcán, pero Kolpakov sabía que no se habían formado volcanes en la zona durante al menos un par de millones de años. Este cráter parecía rela...