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Las llaves de la felicidad

En una oscura y oculta dimensión del Universo se encontraban reunidos todos los grandes dioses de la antigüedad dispuestos a gastarle una gran broma al ser humano.  En realidad, era la broma más importante de la vida sobre la Tierra. Para llevar a cabo la gran broma, antes que nada, determinaron cuál sería el lugar que a los seres humanos les costaría más llegar. Una vez averiguado, depositarían allí las llaves de la felicidad . Las llaves de la felicidad -Las esconderemos en las profundidades de los océanos -decía uno de ellos-. -Ni hablar -advirtió otro-. El ser humano avanzará en sus ingenios científicos y será capaz de encontrarlas sin problema. -Podríamos esconderlas en el más profundo de los volcanes -dijo otro de los presentes-. -No -replicó otro-. Igual que sería capaz de dominar las aguas, también sería capaz de dominar el fuego y las montañas. -¿Y por qué no bajo las rocas más profundas y sólidas de la tierra? -dijo otro-. -De ninguna ma

Los dioses humanos

Sobre la existencia de Dios, tan fácil es demostrar su existencia como su no existencia. Por mi parte, ignoro si Dios existe o no, y en el caso de que así sea, cómo será Dios, el auténtico Dios. Posiblemente, y por definición, Dios está muy lejos de la comprensión humana. En este planeta han existido millones de dioses, tal vez uno por cada individuo. Muchos tuvieron sus milenios de gloria, pero ahora ya están jubilados: Ra, Marduk, Júpiter, Zeus, Mazda, Enki, Ometéotl, Wiracocha, Manitú... Otros aun tienen un share más que aceptable, siendo algunos de ellos milenarios como los de de la tradición judía, cristiana, musulmana o hindú. Con el tiempo, también irán al asilo de dioses ancianos. Es el destino de los dioses creados por los seres humanos, no se salva ni Dios. Mientras tanto, el Dios que no entendemos seguirá por ahí, a lo suyo. Si existe, debe ser tan incomprensible para nosotros como lo es la física cuántica para una bacteria. Los dioses humanos ¿A dónde quiero ir a