Un señor se fue de viaje y sabiendo que su novia necesitaba unos lentes, entró en una óptica para ver si encontraba unos bonitos y baratos. Después de ver unos cuantos se decidió por unos y se los compró. La empleada se los envolvió, pagó la cuenta pero, al marcharse en lugar de llevarse el paquete con los lentes, agarró otro muy parecido que estaba en el mostrador. El paquete contenía una tanga que una clienta de la óptica acababa de comprarse en otra tienda. Ver El padre sustituto y el fotógrafo El señor no se dio cuenta de la equivocación, se fue directamente a la oficina de correos y le envió el paquete a su novia, junto con una carta. La novia al recibirlo se quedó extrañadísima con el contenido así que abrió la carta y leyó. Querida Marta: Espero que te guste el regalo que te envío sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo usando los mismos y éstos son cosas que se deben cambiar de vez en cuando. Espero haber acertado con el modelo. La encar