Una rubia decidió teñirse el pelo Una rubia estaba harta de todas las bromas y estereotipos sobre las rubias, así que decidió cambiar su imagen y se tiñó el pelo de castaño. Después de salir del salón de belleza, se sintió renovada y con más confianza que nunca. Para celebrar su nuevo look, decidió darse un paseo por el campo y alquiló un descapotable para disfrutar del paisaje. Mientras conducía fuera de la ciudad, tuvo que detenerse en un camino rural cuando un gran rebaño de ovejas cruzó la carretera. Se quedó admirando a los animales y, sintiéndose especialmente segura de sí misma, decidió hablar con el pastor que cuidaba el rebaño. —Disculpe, señor —dijo la rubia ahora morena—, le propongo una apuesta. Si adivino exactamente cuántas ovejas tiene en su rebaño, ¿me dejaría llevarme una a casa? El pastor, pensando que sería imposible que lo acertara en un solo intento, aceptó con una sonrisa. —Claro, ¿por qué no? La mujer observó brevemente al rebaño, frunció el ceño en concentración...