En el siglo XXI, el rostro de la tiranía ha cambiado. Ya no se trata de dictadores que gobiernan mediante la violencia, el terror y la dominación ideológica, como Hitler, Stalin o Mao. El nuevo rostro de la tiranía Se trata de líderes autoritarios que aprovechan las instituciones democráticas para minarlas y destruirlas desde dentro. No recurren a la violencia y el terror como los tiranos del pasado, sino que manipulan la información y las instituciones para mantenerse en el poder. Estos líderes autoritarios se presentan ante la sociedad como populares y legítimos, pero en realidad están socavando los derechos y las libertades de sus ciudadanos. Operan bajo una fachada de democracia, pero sus acciones y políticas erosionan los cimientos mismos de ese sistema. Utilizan tácticas como la supresión de la libertad de expresión, el control de los medios de comunicación y la manipulación de los procesos electorales para perpetuarse en el poder. Ver Políticos y narcisismo Ejemplos de nuevo