Había una vez un violinista llamado Paganini. Algunos decían que era muy raro. Otros que era sobrenatural. Que era mágico. Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo. Una noche, el público estaba preparado para recibirlo. La orquesta entró y fue aplaudida. El director fue ovacionado. pero cuando Paganini apareció, el público deliró,: aplaudía y gritaba. El violinista Paganini Paganini coloca su violín en el hombro y lo que sigue es indescriptible, sorprendente, … Blancas, negras, corcheas,…las notas parecen tener alas y volar con el toque de aquellos dedos encantados. ¡De repente, un sonido extraño interrumpe el ensueño! ¡Una de las cuerdas del violín de Paganini se rompe! El director de la orquesta paró. La orquesta paró de tocar. El público paró. ¡Pero Paganini no paró. Mirando su partitura, él continuó sacando sonidos deliciosas de su violín sin problemas. El