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Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

El ladrón y el rayo de luna

Aumenta tu sabiduría con la colección medieval que te enseñará las claves para una vida próspera. ¡Descubre el arte de la astucia!

El tratado Disciplina clericalis es una de las colecciones de relatos moralizantes medievales mas importantes. Los relatos están diseñados para entretener, instruir y orientar la vida.

El ladrón y el rayo de luna
El ladrón y el rayo de luna
Se cuenta que un ladrón fue a casa de un hombre rico con intención de robar.  Subiendo hacia el tejado, llegó a una ventana por la que salía humo y se paró a escuchar, a ver si había dentro alguien despierto.

Pero lo sintió el dueño de la casa y en voz muy baja dice a su mujer: «Pregúntame en alta voz de dónde me viene tan gran fortuna como tengo. E insiste mucho en saberlo». Entonces ella dice en alta voz: «Señor, ¿de dónde obtuviste tanta fortuna, sin haber sido nunca mercader?». Y él: «Guarda lo que Dios nos dio y úsalo a tu placer, y no preguntes cómo he logrado tanto dinero». 

Pero ella, como le había sido mandado, insistía más y más en saberlo. Por fin, como si se viera obligado a ello por la insistencia de su mujer, dijo así: «A ver si no descubres nuestro secreto a nadie: He sido ladrón». Y ella: «¡Me causa asombro que pudieras adquirir tan gran fortuna robando y no hayamos oído nunca decir mal de ti!». 

Y él, a su vez, dice: «Es que un maestro mío me enseñó un encantamiento para cuando, asaltando una casa, subiera hacia el tejado. Al llegar a la ventana debía cogerme con la mano a un rayo de luna y repetir siete veces la fórmula mágica, a saber 'saulem'; así, entraba por la ventana sin peligro, y cogiendo todo lo que de valor encontraba, arramblaba con ello; hecho esto, volvía a cogerme al rayo de luna hasta la ventana con todo lo robado y me lo llevaba a mi casa. Con tal arte logré la fortuna que tengo». 

El ladrón y el rayo de luna

Y dice la mujer: «Hiciste bien en decírmelo, pues cuando tenga un hijo, para que no se vea pobre, he de enseñarle tal encantamiento». Y díjole el marido: «Ahora déjame dormir, que tengo mucho sueño y quiero descansar». Y para engañar mejor al ladrón, empezó a roncar como si durmiera.  Ver Las 20 leyes de la astucia

Al oír todo esto el ladrón se alegró mucho y, diciendo siete veces la fórmula y cogiéndose con la mano a un rayo de luna, soltó las manos y pies y cayó por la ventana adentro de la casa, haciendo un gran ruido, y, pues que se había roto un brazo y una pierna, comenzó a gemir. 

Pero el dueño de la casa, como si fuera ignorante de todo, le dice: «¿Quién eres tú, que así caíste?». Al cual el ladrón: «Yo soy un desventurado ladrón que se fió de tus palabras falaces». A esto el hijo: «Bendito seas, que me has enseñado a evitar los consejos engañosos».

El filósofo dice: «Guárdate del consejo ázimo hasta que esté fermentado».


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