Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir ni una palabra, cogió un frasco grande de vidrio y procedió a llenarlo con piedras.
Después, preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí. El profesor cogió una caja llena de gravilla y la vació dentro del bote. Estas piedrecillas llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las piedras. El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.
Lo que puede aprender de un frasco lleno de piedras |
Después, el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos. El profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime. El profesor, rápidamente añadió agua al contenido del bote y, efectivamente, llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían.
Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo: “Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las piedras son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada más nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas. La gravilla represnta las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche… La arena es el resto de las pequeñas cosas”
Continuó diciendo:
“Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para la gravilla, ni para las piedras. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes. Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Ve con tu pareja a cenar, juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, practica deporte, disfruta con tu afición favorita…”
.. y terminó con:
“Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las piedras, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena”.
Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaba el agua. El profesor sonrío y le dijo:
“¡Me encanta que me hagas esta pregunta!. El agua es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para tomarte un vaso de agua, un café, un té, lo que sea, con un amigo.”
Una reflexión que retomo en algunas oportunidades.
ResponderEliminarHay que establecer prioridades. Familia, diversión, trabajo (obligaciones)...Y por supuesto nunca olvidarse de los amigos. Por eso vengo por aquí ;D
Saludos Carolus
Si, Manuel, no está de mas hacer un recordatorio, la vida pasa muy rápido y al final solo queda lo que has cosechado
EliminarSaludos, Manuel