El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...
Era una vez una carrera… de sapos.
El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos.
Comenzó la carrera.
Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era:
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La carrera de los sapos |
“¡Qué pena! Esos sapos no lo van a conseguir… no lo van a conseguir…”
Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud continuaba gritando: “… ¡¡¡Qué pena!!! ¡Ustedes no lo van a conseguir!…”
Y los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo por aquel sapito que seguía y seguía tranquilo y ahora cada vez más con más fuerza.
Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente, en contra de todos, seguía y pudo llegar a la cima con todo su esfuerzo.
Los otros querían saber qué le había pasado. Un sapito le fue a preguntar cómo el había conseguido concluir la prueba.
Y descubrieron que…
A veces no hay nada mejor que hacerse el sordo o el tonto. Se sufre menos y se consigue más.
ResponderEliminarUn saludo, Carlos.
Sobre todo frente a otros tontos o sordos, el placer es mayor.
EliminarUn saludo, Cayetano
Conozco el relato. Me gusta mucho puesto que a veces, hay que dejar de oír a quienes te dices que no podrás...Sucedió cuando me convertí en inmigrante...Muchos me dijeron que no podría...
ResponderEliminarSaludos Carlos
Pues ahora, se lo puedes pasar por delante de las narices. Por agoreros.
EliminarSaludos, Manuel
Ya lo hice... :D
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