Arabia Saudí es un país que combina tradición, religión y una de las interpretaciones más estrictas de la sharía (ley islámica). Esto se traduce en un sistema judicial donde los castigos pueden parecer sacados de otra época, pero siguen aplicándose en pleno siglo XXI. Las flagelaciones públicas, amputaciones, decapitaciones, crucifixiones y lapidaciones no son meros mitos o exageraciones. Son penas reales que, según informes de derechos humanos, han sido ejecutadas en plazas públicas, a menudo después de la oración del mediodía. En ciudades como Riad, estos castigos no solo son un método de control social, sino también una advertencia para la población. En 2019, Arabia Saudí ejecutó a 139 personas , lo que equivale a un promedio de tres ejecuciones por semana . Y esto sin contar otros castigos físicos como las flagelaciones, que en algunos casos han sumado cientos de latigazos para los condenados. Pero el país no se detiene ahí. La aplicación de la justicia no es un proceso cerr...