Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Cruzadas

Buscador

Costumbre macabra

Las Cruzadas representaron un problema para los funerales: no todos los caballeros estaban dispuestos a ser enterrados en Oriente por diversas razones. En primer lugar, la imposibilidad de ser visitados por sus familiares y, en segundo lugar, por el vínculo con su tierra. Además, muchos cruzados enterrados en Europa tenían sus tumbas marcadas con un gissant (escultura funeraria) particular que los identificaba como héroes de la fe. Ver  Hibernación humana: congelar cadáveres Enviar un cadáver de Palestina a Europa habría implicado costos exorbitantes, la putrefacción del cadáver, además del riesgo de perderlo debido a las tormentas en el mar. Para superar esto, especialmente entre los caballeros germánicos, se extendió una costumbre macabra pero efectiva de transportar el cadáver de regreso a casa. Inicialmente, el cuerpo se lavaba y luego se colocaba en agua o vino, según la disponibilidad, y se hervía. El proceso habría hecho que la carne se desprendiera de los huesos. A continuación

Los españoles y las Cruzadas (y 2)

Existen múltiples noticias que demuestran la presencia de españoles en Tierra Santa durante la época de las cruzadas, que se extiende a lo largo de doscientos años entre los siglos XI y XIII.  Los españoles y las Cruzadas. Cartel de la película "El Reino de los  Cielos" Muchos de ellos eran simples mercaderes -la mayoría catalanes entregados al comercio marítimo- que aprovecharon el retroceso islámico para ampliar sus redes comerciales a través del Mediterráneo.  Otros tantos eran peregrinos procedentes de todos los reinos cristianos peninsulares, dispuestos a cruzar el mundo para conocer los escenarios de la vida y la pasión de Cristo. Una práctica que, a pesar de su antigüedad -ya existían peregrinaciones a Tierra Santa en los primeros siglos del cristianismo-, cobró nueva fuerza a partir de la conquista de Jerusalén por parte de los cruzados en el año 1099. Pero no todos los personajes que aparecen documentados en la Palestina de las cruzadas eran peregri

Los Cruzados españoles que batallaron en Tierra Santa

El rodaje de una superproducción sobre las Cruzadas en el castillo de Loarre (Huesca) devuelve a la actualidad la gesta religiosa que movilizó a la sociedad europea de la Edad Media.  Órdenes militatres de Alcántara, Calatrava, Santiago y Montesa   En estas épicas expediciones encabezadas por los señores feudales francos abundaron también guerreros venidos de los reinos cristianos de la Península Ibérica.  De forma oficial, nunca participaron en las Cruzadas los habitantes de los reinos cristianos peninsulares. Las razones que justifican esta ausencia son diversas, aunque todas ellas guardan una estrecha relación con la situación política ibérica entre los siglos XI y XIII, etapa en que tuvieron lugar las ocho cruzadas principales. España se hallaba dividida en numerosos reinos cristianos y musulmanes que protagonizaban un continuo enfrentamiento por el control del territorio. En este contexto, la prioridad de los reyes cristianos de la península era la defensa y