Durante la Campaña de Palestina de la Primera Guerra Mundial, los británicos y los otomanos estaban paralizados en la guerra de trincheras. El progreso era extremadamente lento. Un día, los británicos se enteraron de que los otomanos se habían quedado sin cigarrillos. En un intento de desmoralizar al enemigo, enviaron cigarrillos envueltos en propaganda a los otomanos. En respuesta a esto, los otomanos lanzaron la propaganda y fumaron los cigarrillos de todos modos. Aquí es donde comienza la diversión: Los británicos se dieron cuenta de este comportamiento e hicieron un movimiento extremadamente inteligente. Antes de una incursión planeada, los británicos enviaron más cigarrillos... ¡Mezclado con heroína! No hace falta decir que encontraron poca resistencia durante el asalto. Y tú, ¿qué opinas? Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!