No hay ninguna ley física que prohíba la existencia de seres inteligentes del tamaño de un insecto o incluso de una bacteria en otros planetas. La inteligencia, tal como la entendemos, no está intrínsecamente ligada al tamaño corporal, sino a la complejidad y organización del sistema nervioso, o a estructuras funcionales equivalentes que podrían emerger en formas de vida alienígenas. Si bien en la Tierra los seres inteligentes como los humanos tienen cerebros grandes en relación con su cuerpo, esto no significa que la inteligencia no pueda surgir en seres mucho más pequeños. Ver Lo más aterrador en la búsqueda de alienígenas En el caso de seres del tamaño de un insecto, existen en la Tierra ejemplos como las hormigas y las abejas, que muestran comportamientos complejos, organización social y ciertas habilidades cognitivas. Aunque su tamaño limita su capacidad cerebral, no hay una razón definitiva por la que una especie extraterrestre de similar tamaño no pueda evolucionar hacia formas