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Mostrando las entradas etiquetadas como anillo

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Gracias a un anillo

Después de sucumbir a una fiebre en 1705, la irlandesa Margorie McCall fue enterrada apresuradamente para evitar la propagación de la enfermedad que la había postrado.  Margorie fue sepultada con un valioso anillo que su esposo no pudo retirar debido a la hinchazón de su dedo. Este detalle la convirtió en un objetivo atractivo para los ladrones de cadáveres, quienes esperaban beneficiarse tanto del cuerpo como del anillo. Ver  ¡En su entierro, no hubo nadie! La noche después de su entierro, antes de que la tierra se hubiera asentado por completo, los saqueadores de tumbas aparecieron y comenzaron a desenterrar el ataúd. Al no lograr quitarle el anillo, decidieron cortarle el dedo. Pero en cuanto la sangre comenzó a fluir, Margorie despertó de su coma, se incorporó y soltó un grito aterrador. El destino de los ladrones de tumbas sigue siendo incierto. Algunas versiones de la historia dicen que los hombres murieron de inmediato del susto, mientras que otras afirman que huyeron y nunca vo

El anillo del Rey

Una vez, un rey de un país no muy lejano reunió a los sabios de su corte y les dijo: - "He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles.  Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo". El anillo del Rey Todos aquellos que escucharon los deseos del rey, eran grandes sabios, eruditos que podían haber escrito grandes tratados… pero ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía por muchas horas, sin encontrar nada en que ajustara a los deseos del poderoso rey. El rey tenía muy próximo

El valor

-“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa, que no tengo fuerzas para hacer nada. Todos me dicen que soy una calamidad, que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy bastante tonto… ¿Cómo puedo mejorar?…¿Qué puedo hacer para que me valoren más?” El maestro, sin mirarle le dijo: – “!Cuánto lo siento, pequeño saltamontes!. No puedo ayudarte, porque debo resolver primero mi propio problema. Si quisieras ayudarme tú a mí, podría resolver el tema con más rapidez y luego, tal vez te pudiera ayudar.”. – “Encantado”– titubeó el muchacho, aunque una vez más sintió que volvía a ser desvalorizado y vio sus necesidades otra vez postergadas. El valor – “Bien”, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique izquierdo y dándoselo al chico, agregó: – “Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debes vender este anillo y trata de obtener por él la mayor suma posible, pero nunca aceptes menos de una moneda de oro. Ve