Quinto Cicerón aconsejaba a su hermano Marco Tulio Cicerón en una epístola sobre cómo ganar las elecciones. Esto ocurría en una República mortalmente enferma que Julio César enterraría al cruzar el Rubicón. Nada nuevo hemos descubierto, en su COMMENTARIOLVM PETITIONIS todo nos suena muy actual.
Cómo ganar las elecciones
Empieza de esta guisa: “Lo primero que debes tener en cuenta es dónde estás, cuál es tu objetivo y quién eres y, a diario, cuando te encamines al Foro, has de repetirte: “Soy un advenedizo, quiero ser cónsul y esto es Roma”, que no es mal razonamiento, no en vano el que así escribe ya estaba forjado en estas lides. Ya había tráfico de influencias, pues cita. “asegúrate de que todos los que estén en deuda contigo se enteren que ahora es el momento de devolver tus favores y que los que quieran hacerte un servicio comprendan que no encontraran mejor ocasión para ganar tu agradecimiento.” Aunque la República romana ya era una democracia que en algunos aspectos s