Un lunes por la mañana, un cartero está haciendo su ruta habitual por el vecindario. Al acercarse a una de las casas, nota que ambos coches están en la entrada. Su curiosidad se ve interrumpida cuando Carlos, el dueño de la casa, sale con una carga de botellas vacías de cerveza y licor. "Vaya, Carlos, parece que tuvisteis una fiesta increíble anoche", comenta el cartero. Carlos, visiblemente dolorido, responde: "En realidad, la fiesta fue el sábado por la noche. Esta es la primera vez que me he sentido con fuerzas para moverme desde las 4:00 de la madrugada del domingo. Vinieron unas quince parejas del vecindario y la cosa se desmadró un poco. Nos emborrachamos tanto alrededor de la medianoche que empezamos a jugar a '¿Quién soy yo?'". El cartero piensa un momento y pregunta: "¿Cómo se juega a eso?". "Bueno, todos los chicos vamos al dormitorio y salimos uno por uno con una sábana cubriéndonos y solo nuestras 'partes íntimas' asomando...