Cuanto más compleja y políticamente relevante es una noticia, menos estamos realmente informados, independientemente de su nivel de cobertura mediática. Vimos en el anterior artículo Medios de comunicación y noticias podridas que la velocidad de procesamiento de las noticias era relativamente constante. Relativamente, porque sucede que se acelera aún más, especialmente en el caso de eventos excepcionalmente espectaculares. Si bien la velocidad habitual no permite prácticamente ningún retroceso, ningún análisis serio, resulta que en el caso de hechos excepcionales, la misma noción de retroceso, de reservas, desaparece, para dar paso a un desenfreno de “conocimiento”. Sin embargo, en el caso de la noticia del tren averiado citado en el anterior artículo, el interés político es bajo, por no decir inexistente. Después de todo, estas cosas suceden. En el caso de Siria, para usar el ejemplo del artículo anterior, el interés político es extremadamente alto. Interés político y manipulación