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La lengua

Esopo, considerado el padre de la fábula, era un esclavo que vivió en el siglo V a. C. Uno de sus amos, Xantus, le ordenó que fuera al mercado y le trajese el mejor alimento que encontrara para agasajar a importantes invitados. Esopo compró solamente lengua y la hizo aderezar de diferentes modos. Los convidados se hartaron de comer lo que saborearon como un manjar. Ver  5 maneras de detectar un falso amigo Cuando quedó solo, Xantus le preguntó que era eso tan delicioso. —Me pediste lo mejor —dijo Esopo— y traje lengua. La lengua es el fundamento de la filosofía y de las ciencias, el órgano de la verdad y la razón. Con la lengua se instruye, se construyen las ciudades y las civilizaciones, se persuade y se dialoga. Con la lengua se canta, con la lengua se reza y se declara el amor y la paz. ¿Qué otra cosa puede haber mejor que la lengua? Pocos días después, Xantus le dijo que llegarían unos visitantes desagradables a los que debería atender por protocolo, pero quería manifestarl

Lo que enseñaba el ermitaño

Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia. Se quejaba muchas veces que tenía demasiado que hacer. La gente preguntó cómo era eso de que en la soledad estuviera con tanto trabajo. Lo que enseñaba el ermitaño Les contestó: “Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león”. No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales? Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron. Porque estos animales los tienen todos los hombres, ustedes también. Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que domarlos para que sólo se lanzan sobre una presa buena, son mis ojos. Las dos águilas con

El agradable sonido de cuando te callas

¿Por qué no te callas?, le dijo el viejo Rey que mataba elefantes al gorila rojo, en el muy selvático ambiente mientras bamby, a la sazón ZP, contemplaba la escena con sus asombradas cejas circunflejas.  El agradable sonido de cuando te callas  Ya dice el proverbio árabe que es mejor callarte si lo que vas a decir no es tan hermoso como el silencio , sabiduría que debería enseñarse en las escuelas, universidades y otros templos del saber para puntuar como asignatura obligatoria, restando puntos por cada sandez que todos expulsamos por la boca muchas veces a lo largo del día. Decían los clásicos que tenemos dos orejas y una boca no sé si para escuchar el doble de lo que se habla o hablar la mitad de lo que se escucha, que parece que es lo mismo pero no es igual. Aun seguían explicando los antiguos - que casi nadie repasa y así anda todo - que de todo el cuerpo, la lengua es un órgano tan peligroso que está defendido por los labios y almenado por los dientes para vigi