Los bidones alemanes de 20 litros, conocidos como Jerry cans, fueron tan importantes para la logística militar como otras innovaciones tecnológicas de la época. Su diseño eficiente benefició tanto a las fuerzas alemanas como a las aliadas cuando estas últimas los capturaron y replicaron, especialmente para el suministro confiable de combustible necesario en la guerra mecanizada moderna. 80 años después, su diseño sigue siendo relevante. Su forma rectangular permitía apilarlos eficientemente: 100 en un camión, 100.000 en un barco. Era fácil de transportar: dos llenos o cuatro vacíos por persona. La "burbuja de aire" interna lo hacía flotar incluso lleno de gasolina. Su tapa hermética evitaba la contaminación del contenido, incluso si caía al agua. Características destacables incluyen: Una costura central empotrada para mayor durabilidad Hendiduras laterales que permiten la expansión y contracción según el clima Tres asas para facilitar su paso en una cadena humana Capacidad d