Un querido amigo mío fue "llevado" por una chica. No paraba de hablarme de ella y de lo increíble que era estar a su lado. Durante la fase inicial, todo parecía perfecto; ambos se gustaban profundamente, se conectaron a un nivel emocional intenso. Ver 5 lecciones despiadadas sobre la vida, el amor y la amistad Sin embargo, como ocurre en muchas relaciones, con el tiempo las cosas empezaron a cambiar. A medida que se fueron sintiendo más cómodos el uno con el otro, la relación perdió ese brillo inicial y cayó en una rutina monótona, un gris emocional. Él empezó a mostrar indiferencia: no respondía a sus mensajes, rechazaba sus llamadas y la ignoraba en otras formas. A pesar de ello, ella decidió quedarse un tiempo más, convencida de que podía "arreglarlo". Con el tiempo, se dio cuenta de que sus caminos ya no coincidían, y gradualmente se fue distanciando. Yo, por mi parte, siempre supe que la relación acabaría así, porque había pasado el tiempo suficiente con él p