Soluciones prácticas para conseguir que una orden o instrucción sea eficaz
8 claves para restaurar la autoridad perdida en casa |
Casi todos los expertos, cuando se les pregunta sobre la educación de los hijos, responden que los niños necesitan pautas, normas, reglas o hábitos.
No lo dicen con ánimo de anularles o de tenerlos controlados, sino todo lo contrario. Lo argumentan desde el convencimiento de que, gracias a la línea educativa que exponen, el niño de hoy podrá ser un adulto auténticamente libre en el día de mañana. Si crece sin que nadie le marque el más mínimo límite (por aquello del «¡pobrecito, que no se traumatice!»), lo más probable es que se convierta en un déspota energúmeno, sin ninguna libertad, esclavo de sus instintos más primitivos.
Paulino Castells, doctor en medicina y cirugía por la Universidad de Barcelona, en su libro «Tenemos que educar», recuerda siempre la anécdota de la simpática monjita que le invitaba todos los años a dar una charla a los padres de su colegio y antes de empezar le pedía: «Doctor, no se olvide de decir a los padres que el colegio no es...
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Siempre que tengamos presente que el desarrollo de nuestros hijos es nuestra responsabilidad, los niños de hoy, serán mejores adultos en el futuro.
ResponderEliminarMe gusta mucho este tema, lo estoy viviendo.
Tal vez por eso haya ahora algunos problemas en al sociedad, falta disciplina bien entendida. Esperemos se solucione en al sigueinte generación.
EliminarSaludos, y bienvenido
Yo parto de ese principio también. En casa se usa una sola orden, sin repetirla. No se grita (algunas veces parece que no queda remedio) y se premia el trabajo realizado.
ResponderEliminarSaludos Carolus
Manuel, en realidad, estos principios valen para mandar en cualquier organización.
EliminarSaludos