Una relación de pareja es mucho más que la suma de momentos perfectos o escenas de película. Es, ante todo, un viaje compartido, lleno de altibajos, de rutinas y sorpresas, de risas y lágrimas. Es el arte de convivir con otro ser humano, con sus virtudes y defectos, con sus días buenos y sus días malos. No es solo compartir una cama, sino también compartir silencios incómodos, discusiones que parecen no tener fin y reconciliaciones que sanan el alma. Es aprender a leer el lenguaje de los gestos, a entender que a veces el amor se expresa en una taza de café caliente, en un mensaje inesperado o en un abrazo silencioso cuando las palabras sobran. Una relación de pareja es aceptar que habrá días en los que la pasión se apague un poco, en los que la rutina pese más que la emoción, y aun así elegir quedarse, elegir construir, elegir amar. Es entender que el amor no es un sentimiento estático, sino una decisión diaria, un compromiso renovado cada mañana. Es también aprender a ceder, ...