Un día, escuché a mi abuelo decir: "En una relación, siempre hay alguien que da más. Siempre hay una persona más sumisa y otra más dominante, y muy a menudo, es la sumisa la que termina amando más." No entendí bien sus palabras, así que le pedí que me lo explicara. Me tomó la mano y me dijo: "Mira, hijo, en una relación, siempre hay alguien que perdonará lo imperdonable, que soportará lo insoportable, que aceptará lo inaceptable. Y lo que es peor, esa persona justificará lo injustificable, cosas que nunca deberían tener una explicación. Estas personas aman el doble, y aunque muchos juzguen esta forma de amar, diciendo que carece de amor propio, en realidad es un amor lleno de esperanza. Porque con cada perdón, con cada 'voy a aguantar un poco más', hay una vocecita que dice: 'Inténtalo de nuevo, tal vez esta vez, la persona que tanto amas cambie'. A menudo hablamos de ello, y puede ser lo que verás un día en la vida: alguien que ama por dos. Y nunca te at