Científicos rusos han estudiado a los perros callejeros de Moscú y su evolución desde la caída del comunismo. Estos animales han demostrado una capacidad de adaptación al medio y a las nuevas circunstancias que supera en muchos casos con creces a la de los humanos. Ver Lecciones de un perro viejo Una de las habilidades desarrollada por estos canes es su costumbre de coger el metro por las mañanas para llegar al centro de Moscú y volver a cogerlo por la noche para volver a sus hogares. En el centro de la ciudad se pueden obtener fácilmente alimentos, pero no dormir con comodidad. Saben exactamente dónde y cuándo subir, observándose, incluso, que suelen escoger los vagones con menos gente (el primero y el último generalmente), algo que, según Eugene Linden, exige razonamiento y pensamiento consciente. Son, además, capaces de no perder su parada, gracias a su excelente sentido del tiempo que les permite calcular su recorrido, al reconocimiento del nombre de la estación o su olor o a