Los humanos tienen suelas blandas en los pies porque nuestros pies evolucionaron para ser útiles sin zapatos. Aunque hoy en día usamos zapatos desde una edad temprana, nuestros ancestros caminaban descalzos, lo que les permitía desarrollar callosidades que endurecían sus suelas y las hacían menos susceptibles a las lesiones. Un ejemplo de esto son los miembros de la tribu Waroni, cuyos pies tienen suelas bastante duras debido a que caminan descalzos. Sus dedos de los pies están separados, lo que les facilita caminar sobre troncos de árboles caídos y les proporciona más agarre. Incluso las patas más duras de los animales pueden lastimarse con objetos afilados. Sin embargo, los humanos son los únicos animales con la inteligencia y destreza suficientes para crear zapatos o sandalias. Una vez que comenzamos a usarlos, nuestros pies se vuelven más suaves. Para endurecerlos, es necesario caminar descalzo. En resumen, nuestros pies están diseñados para ser funcionales sin zapatos, pero e...