A menudo, estamos tan inmersos en nuestras rutinas diarias que ni siquiera nos damos cuenta de cuántas actividades innecesarias consumen gran parte de nuestro tiempo. Una de las más comunes es el uso excesivo de redes sociales . Si bien estas plataformas pueden ser útiles para mantenerse en contacto con amigos y familiares o informarse, la navegación sin rumbo fijo puede consumir horas de nuestra jornada sin ofrecernos un beneficio real. Nos encontramos deslizando sin pensar, perdiendo valiosos momentos que podríamos dedicar a actividades más productivas. Otra actividad que suele robar tiempo innecesariamente es la procrastinación. Dejamos tareas importantes para después , muchas veces ocupándonos en cosas que no tienen relevancia inmediata o que no requieren atención urgente. Este comportamiento crea una sensación de confort momentáneo, pero, a largo plazo, nos genera más estrés y presión, ya que las tareas pendientes se acumulan. Es común que, al procrastinar, nos distraigamos c...