En los anales de la historia medieval europea, se encuentran relatos que desafían nuestra comprensión moderna de las relaciones matrimoniales. Una de estas leyendas, tan fascinante como inquietante, proviene de una supuesta ciudad francesa cuyo nombre se ha perdido en el tiempo. Esta historia, que mezcla elementos de control, dependencia y una retorcida forma de devoción, nos sumerge en las complejidades de la vida conyugal en la Edad Media. Ver ¿Mi cónyuge me engaña? Su conducta es muy sospechosa Según la leyenda, las mujeres casadas de esta misteriosa localidad francesa habían desarrollado una práctica tan ingeniosa como peligrosa. Cada mañana, mientras preparaban el desayuno para sus maridos, añadían discretamente una pequeña dosis de veneno a la comida. Este acto, que en cualquier otro contexto sería considerado un intento de asesinato, formaba parte de un elaborado ritual destinado a fortalecer los lazos matrimoniales. La clave de esta práctica residía en el antídoto que las espo