Después de ser condenado a muerte, se ofreció a Sócrates que ofreciera una alternativa a la última pena; provocador e irónico hasta el fin, solicitó ser mantenido de por vida a costa del erario público.
Sócrates, provocador e irónico hasta el fin |
La vida de Sócrates consistió en pasearse por las calles de Atenas y hablar con todo aquel que se le aproximaba. Hombres, mujeres, jóvenes o ancianos, fuese quien fuese la persona que le salía al paso, él siempre estaba dispuesto a dialogar.
Eso sí, sus conversaciones siempre derivaban en profundas cuestiones filosóficas. Al modo que su madre, que era...
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