El mundo de los telefonos móviles o celulares - como se dice en América – tiene pocos años, pero ha evolucionado a un ritmo vertiginoso.
Momentos memorables con usuarios de teléfonos móviles. Teléfono móvil de los años 80 |
En los años 80 estos teléfonos móviles consistían en un aparato del tamaño y peso de una batería de automóvil con un teléfono. No eran de uso popular. Los usaban mucho los empresarios en su coche (sin sacarlos de ahí) así como los conductores de autocares y camiones.
A veces también los camioneros lo sacaban de su alojamiento de su camión, tal y como hizo Manolo (nombre ficticio) que se encaminó al puticlub de carretera con el aparatito. Estando en calzoncillos, y camiseta de tirantes a punto de empezar la faena le suena el teléfono. En aquellos tiempos la gente asociaba que si sonaba un teléfono, éste era fijo, aún no se había asimilado el concepto de móvil. Por eso, visiblemente nervioso, contestó a la llamada diciendo: “Maruja, ¡¡¡¿cómo has sabido que yo estaba aquí?!!!”
En los años 90, el móvil se hizo sensiblemente mas pequeño, y aunque tenía el tamaño de un mando a distancia de TV, ya cabía en el bolso o en el bolsillo. Mucha gente lo empezó a usar. Lo malo era el precio del teléfono móvil y sus tarifas, que no estaban al alcance de cualquiera. Por ese motivo se observaron comportamientos muy peculiares: unos lo usaban para presumir e inflar su ego y otros sufrían enormemente por el quiero y no puedo. Sufrían tanto de envidia que llegaban a comprar falsos teléfonos móviles que daban el pego, llegando a fingir que hablaban por ellos.
Momentos memorables con usuarios de teléfonos móviles Club de carretera |
Tras la inauguración del primer AVE Madrid-Sevilla, los viajeros no podían resistirse a usar su telefonito, costumbre que aún perdura. El caso es que en un vagón había un individuo que no paraba de hablar por el móvil en un volumen tan elevado que molestaba. Mientras tanto, a mitad de trayecto, a otro pasajero le dio un infarto de corazón. Como el único teléfono móvil del vagón era el del que no paraba de hablar, le dijeron que avisase a los servicios sanitarios para que acudiesen a la próxima estación, a lo que el susodicho se negó repetidas veces. Ante la inhumanidad de su gesto, los pasajeros le quitaron el teléfono móvil por la fuerza. La sorpresa fue que el teléfono móvil era de pega, de ahí su negativa a llamar.
Otro día continuaremos con más historias pintorescas. Si usted conoce alguna, le animo a que nos la cuente.
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La muerte de la conversación
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No puedo creer que hicieran eso de fingir que traían celulares, en un poco cómico. Y pensar que ahora en la actualidad todo mundo los usa,
ResponderEliminarPues fue noticia en su día. Entonces el celular era objeto de muchísimo deseo.
EliminarSaludos