En todas las bandadas de gansos salvajes, el más pequeño y el más vivo es el que llena las funciones de centinela nocturno durante el descanso de sus hermanos. Vigila, y al menor ruido lanza un estridente grito de alarma y la bandada emprende el vuelo con gran ruido de alas.
El ganso centinela |
A la larga, los cazadores idearon un plan para hacer fracasar la vigilancia del centinela. Empezaron por localizar el lugar donde se detenían los gansos; extendieron una red enorme y se escondieron en los repliegues del terreno más cercano.
A la caída de la noche, los gansos se instalaron para dormir. Los cazadores, en medio de la sombra, encendieron antorchas. Inmediatamente el centinela lanzó el grito de alarma. Los cazadores apagaron sus antorchas. Los gansos salvajes, pasada la primera emoción y no viendo ninguna señal de peligro, no tardaron en volverse a dormir.
Por tres veces los cazadores empezaron su juego, y tres veces el centinela dio la alarma, y las tres veces sus compañeros despertaron sobresaltados sin descubrir indicio alguno de peligro. Y entonces juzgaron que el centinela no conocía su trabajo y antes de dormirse por tercera vez, le dieron grandes picotazos.
Después de un momento de espera, los cazadores volvieron a encender sus antorchas. Esta vez, el centinela se quedó callado. Los cazadores se acercaron en medio del silencio con su red y capturaron a más de la mitad de los gansos.
Obras de Ping Wen
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Hola Carolus:
ResponderEliminarVino el lobo y no se dieron cuenta...
Por eso hay que realizar el trabajo de la manera posible.
Saludos Carolus
Trabajar bien... si te dejan. Seguro que te suena, haces tu trabajo muy bien y recelan de ti, algo tramas.
EliminarSaludos, Cayetano
El truco no esta solamente en hacer el trabajo bien o muy bien. Sino en que los demás se den cuenta de que lo haces.... y si encima lo valoran, miel sobre hojuelas.
ResponderEliminarLo que no se ve es como si no exitiera, decía Gracián
EliminarSaludos