El serpentario y la serpiente |
Un serpentario encontró a una serpiente; se abalanzó sobre ella y la hirió a picotazos.
- ¡No me pegues! – le dijo la serpiente –, todo el mundo dice que eres un pájaro venenoso; esa es una mala reputación, y se debe a que te alimentas de serpientes. Si dejas de comernos, ya no tendrás nuestro veneno, y dejarás de tener mala fama.
- ¡Me das risa! – contestó el pájaro –, ¡ustedes, las serpientes, matan a los hombres mordiéndolos! Decir que yo corro peligro con los hombres, sería una mentira. Yo me las como a ustedes para castigarlas por sus crímenes.
El serpentario y la serpiente |
Los hombres lo saben muy bien; ellos me alimentan para que yo los defienda contra ustedes. El hombre también sabe que mi carne y mis plumas están contaminadas y las usa para envenenar a sus semejantes; pero eso no es de mi incumbencia. Si el hombre mata con un arma, ¿es al arma o al hombre a quien hay que censurar? Yo no le deseo ningún mal al género humano.
En cuanto a ustedes, viven escondidas en la hierba, reptando astutamente, listas para picar al primer hombre que encuentren. Es el destino quien te puso hoy día en mi camino; tus falsos argumentos no te salvarán.
Diciendo esto, el serpentario devoró a la serpiente.
Wu Neng Zi
Se recurre a todo para salvar la vida...y también para comer.
ResponderEliminarSaludos Carolus. Buena reflexión
Los chinos eran (y son) personas de reflexionar mucho, con sentido común y de forma original
EliminarSaludos, Manuel
Un tema que da para mucho.
ResponderEliminarSi la emprendemos a picotazos con políticos y banqueros, aunque vayamos a la cárcel, ¿estaremos haciendo un bien social?
Un saludo.
No sé si haríamos bien social, pero tal vez nos envenenaríamos con su ponzoña, asunto muy a tener en cuenta
EliminarSaludos, Cayetano