El escritor y empresario Zig Ziglar falleció en noviembre de 2.012 en Texas, a los 86 años de edad, a causa de una neumonía. Aunque en Europa no goce de la amplia fama de la que disfrutó en Estados Unidos, Ziglar era uno de los grandes autores motivacionales de su país, con más de 30 libros a sus espaldas y una compañía, Zig Ziglar, destinada a ofrecer entrenamiento corporativo, desarrollo personal y formación a emprendedores.
Los 10 consejos para el éxito de Zig Ziglar |
Como anuncia su lema, su objetivo es “inspirar el verdadero rendimiento”. De los libros a los CD, pasando por los inevitables seminarios o las casettes, la obra de Ziglar ha servido de inspiración para multitud de empresarios de su país de origen, algo que, al mismo tiempo, le ayudó a crear una de las imágenes de marca más potentes del mundo de la autoayuda.
Sus ideas, que provienen de una concepción profundamente cristiana de la vida, fueron desarrolladas a través de una amplia bibliografía. Ziglar nació en Alabama, aunque pronto se trasladó a Yazoo City, en Mississippi, donde su padre fue contratado como responsable de una granja. La tragedia sacudió la infancia del joven Ziglar: su padre murió en 1932 y, dos días después, fallecía su hermana pequeña. Tras combatir en la Segunda Guerra Mundial, Ziglar trabajó como vendedor en diversas compañías, hasta que a finales de los años sesenta consiguió el puesto de vicepresidente y director de entrenamiento de personal en Automotive Performance. Fue a partir de 1975, con la publicación de su primer libro, See You at the Top (Simon & Schuster), cuando comenzó a convertirse en una figura de los seminarios motivacionales.
Una de sus frases más célebres es la que afirma que “puedes conseguir lo que quieras en esta vida si ayudas a la suficiente gente a conseguir lo que quieren”, un pensamiento profundamente americano en el que el egoísmo personal es sustituido por una visión en la que se considera que el éxito se obtiene remando junto a los que te rodean, no contra ellos. Pero no se trata de la única enseñanza del autor que nos puede guiar en estos momentos de duda empresarial.
–“La convicción es lo más importante”.
En uno de sus artículos, el autor recordaba una frase de Mary Crowley en la que afirmaba que “una persona que cree en lo que hace conseguirá mucho más que mil que solo se muevan por su interés”. Si tenemos dudas acerca de nuestra empresa o valía personal, esta estará destinada al fracaso. Si conseguimos identificarnos con nuestro proyecto y que este nos resulte interesante, saldremos adelante, tanto nosotros como nuestros trabajadores. Como afirmaba Ziglar, “la convicción conduce al compromiso”.
–“Si le gustas a la gente, te escucharán. Pero si la gente confía en ti, harán negocios contigo”.
El carisma y la labia son importantes, pero más aún es gozar de credibilidad entre los que te rodean. Es esa capacidad de labrarse una reputación a prueba de bombas, quizá, lo que diferencie a un embaucador de un hombre de negocios. Por lo tanto, pensar en el largo plazo, aunque sea sacrificando el éxito rápido (en muchas ocasiones, basado en el “toma el dinero y corre”), nos ayudará a alcanzar esos objetivos que parecen inalcanzables.
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