Si algo es constante en nuestra vida y en la naturaleza, ese algo es el cambio. A veces los cambos se imponen, mientras que otras los queremos pero no logramos llevarlos adelante. ¿Qué hacer entonces en esa circunstancia?
Sin importar de qué se trate, o de si nos gusta o nos disgusta, algo absolutamente cierto es que todo cambia en todo momento, por lo que eso que las cosas son el día de hoy, dejarán de serlo en alguna forma el día de mañana.
La voluntad de cambiarte a tí mismo |
Es un hecho cierto que objetos, situaciones y personas, se ven sometidas de manera permanente a las imponentes fuerzas de la transformación. Esto, como evento natural, no es necesariamente un problema, salvo cuando nos sorprende y desafía; cuando nos coloca frente a situaciones incómodas o inmanejables.
Muchos de los cambios que vivimos se producen sin que los notemos, pues no siempre las transformaciones que experimentamos han sido previamente planeadas y a veces ni siquiera podemos controlarlas, por lo que nos toca enfrentar sorpresas e incomodidades.
Aunque es ya un conocido cliché, los humanos somos seres de hábitos que justo por esa misma razón resistimos el cambio. Nuestra tendencia es la de quedarnos anclados en ciertos hábitos, especialmente en los que nos producen placer o satisfacción. Así, desarrollamos mecanismos para resistirnos a buena parte de lo que vemos como nuevo, impredecible e incontrolable.
Acerca de los cambios involuntarios, además de actuar proactivamente y atender de manera sistémica o global los aspectos prioritarios, no es mucho lo que podemos hacer. En cuanto a los cambios que en alguna medida podemos predecir o controlar, estos deben realizarse considerando varios aspectos: Los cambios deben realizarse de manera integral o equilibrada. Esto significa que debemos atender varias pareas de nuestra realidad personal u organizacional: Atender salud, relaciones, trabajo y dinero e interioridad, es mejor que poner toda la atención únicamente en el dinero o en las relaciones. Como un automóvil, requerimos que todos los sistemas funcionen para que el vehículo se mueva de manera estable.
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Todo depende de uno mismo. Confianza en si mismo es lo básico para producir el cambio.
ResponderEliminarUn soporte también ayuda. En eso, mis padres fueron determinantes.Siempre una palabra de apoyo y consideración.
Saludos Carolus
Estoy de acuerdo, Manuel. Confianza y apoyo por si flaqueas es fundamental para cambiar.
EliminarSaludos
Sí, realmente resulta difícil cambiar de hábitos cuando ya se tiene una edad, una estabilidad, unos gustos determinados.
ResponderEliminarUn saludo.
El primer problema es detectar que es necesario hacer los cambios. A ciertas edades es cada vez mas dificil cambiar, la mente se endurece y pierde flexibilidad. Y como dijo Lao Tse, lo vivo es blando y flexible y lo muerto, duro y rígido. Hay que elegir, aunque tengamos y auna edad.
EliminarSaludos, Cayetano