Para desarrollar la inteligencia, es importante entender que ésta no es una cualidad fija, sino que puede cultivarse a través de hábitos específicos que estimulan diferentes aspectos de nuestras capacidades cognitivas. La lectura profunda y analítica representa uno de los pilares más importantes para desarrollar la inteligencia. Cuando leemos material desafiante, nuestro cerebro crea nuevas conexiones neuronales y fortalece las existentes. Es especialmente efectivo cuando nos enfrentamos a textos que están ligeramente por encima de nuestro nivel actual de comprensión, pues esto nos obliga a esforzarnos y expandir nuestras capacidades cognitivas. Imagina que estás ejercitando un músculo: la resistencia genera crecimiento. El aprendizaje de nuevos idiomas constituye otro hábito transformador para la inteligencia. Al estudiar un nuevo idioma, no solo aprendemos palabras y reglas gramaticales, sino que nuestro cerebro desarrolla nuevas formas de pensar y procesar información. Los estudios...