Hábitos que te engordan sin darte cuenta

Puede que no te des cuenta, pero algunos de tus hábitos te engordan. Hemos recopilado para ti 8 malos hábitos que promueven el aumento de peso

Si tienes uno o más de ellos, ¡ya es hora de cambiar tu estilo de vida! 

Elegir los productos equivocados en el supermercado

Si compras cualquier cosa solo porque se ve bien o porque es más barata, no hace falta decir que estás llenando mal tus despensas y frigorífico. Y así, cuando tienes hambre o quieres picar algo, ingieres alimentos no recomendables (demasiado salados, demasiado dulces, demasiado grasos o poco nutritivos). Para no engordar compra siempre lo que realmente necesites: carnes y pescados congelados, cereales secos, pastas, arroces, frutas, verduras, etc. Sobre todo, ¡evita volver a casa con un montón de comida basura! Recuerda siempre tener suficiente para preparar una comida equilibrada cuando vayas de compras.

Ahogar tus emociones en la comida

¡Los bocadillos emocionales también pueden pesar mucho en la balanza! No es apropiado abalanzarse sobre la comida cuando estamos estresados, ansiosos o en un estado de tristeza. Te empuja a comer sin tener en cuenta el hambre, los antojos y las necesidades corporales. Básicamente, comemos más de lo que necesitamos o comemos mal.

La mejor forma de evitar el aumento de peso es encontrar otra forma de aliviar estos sentimientos. Puedes, por ejemplo, hacer deporte o meditar. Si es necesario, puedes hablar con un profesional que podrá orientarte mejor.

Tragar tu comida

Si hay un mal hábito que nos hace subir de peso sin saberlo, ¡es comer demasiado rápido! Esto evita que nuestro cerebro nos envíe a tiempo un mensaje completo para que podamos dejar de comer cuando nuestro estómago esté lleno. Si deseas consumir menos calorías, la clave es comer despacio. De esta manera, comes exactamente lo que necesitas y evitas aumentar de peso.

Comer comidas preparadas

Si quieres adelgazar tienes que olvidarte de las comidas preparadas industriales. Adquiere el hábito de cocinar tu propia comida. De esta manera sabrás exactamente lo que hay en tu plato. Por supuesto, también necesitas saber cómo adaptar las proporciones a tu hambre y elegir bien los alimentos. Por ejemplo, eligiendo productos de calidad y siguiendo recetas saludables.

Consumir alimentos light o bajos en grasa.

Los productos light o bajos en grasa son engañosos. Es posible que contengan menos grasa, pero aún contienen mucha azúcar, además de varios aditivos. La mayoría también contienen menos nutrientes y sabores. En resumen, no son tan buenos como quieren que creas. Si solo consumes productos light, son malas noticias para ti. ¡No te hacen perder peso rápidamente y bien! Lo ideal es reducir sus cantidades o simplemente dejar de consumirlo.

Comer fuera a la hora del almuerzo

¿Tienes la costumbre de comprar en el supermercado comidas listas para recalentar, comer en los bares o en la calle cada mediodía? ¡No es muy bueno para tu peso y menos para tu salud! Aunque no es fácil, intenta preparar tu comida en casa porque es más saludable. La clave es saber organizarse bien para comer algo al mediodía. Además, te permite ahorrar dinero.

Pero si realmente no tienes tiempo, intenta alternar lo más posible entre comidas caseras y compradas respetando tu dieta equilibrada.

Consumir bebidas azucaradas

Nada peor que las bebidas azucaradas para disparar las calorías y por lo tanto los kilos. Esto incluye té, café y refrescos. Cuanto más consumimos, más queremos. Por lo tanto, un buen hábito sería comenzar por detener o limitar el azúcar en el té o el café. Bebe zumos naturales y olvídate de las bebidas carbonatadas.

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