Es necesario que, en todo momento, usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán por actos ilícitos o por descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar, cuando sea necesario, su participación personal en hechos de esta índole.
Hacia fines del siglo II d.C., cuando el poderoso imperio Han, de la China, comenzó a derrumbarse, el gran general y ministro imperial Cao Cao surgió como el hombre más poderoso del país. Buscando ampliar su base de poder y librarse del último de sus rivales, Cao Cao inició una campaña para obtener el control de la Planicie Central, de gran importancia estratégica. Durante el sitio a una de las ciudades clave, Cao Cao calculó mal el tiempo que tardaría en llegarle, desde la capital, el aprovisionamiento de grano. Mientras esperaba el cargamento, entre las tropas comenzó a escasear el alimento, y Cao Cao se vio obligado a ordenar al intendente en jefe que redujera las raciones.
Mantener limpias las manos |
Cao Cao, que dirigía su ejército con riendas firmes, disponía de una red de informantes. Los espías pronto le informaron que sus hombres estaban muy disconformes y murmuraban que el general imperial llevaba una buena vida mientras que ellos apenas si tenían suficiente para comer. Además, sospechaban que quizá Cao Cao acaparaba las raciones para él. Si tales protestas se generalizaban, Cao Cao se debería enfrentar a un motín. Entonces llamó a su puesto de mando al intendente jefe.
"Necesito pedirte algo, y no debes negármelo", dijo Cao Cao al intendente. "¿De qué se trata?", preguntó éste. "Quiero que...
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Hace tiempo en Venezuela, había un juego de mesa llamado escrúpulos.La idea del juego era tomar decisiones que a veces se removían la conciencia, para poder tener éxito...
ResponderEliminarCao Cao hubiese sido un interesante contrincante...
Saludos Carolus
Cao Cao, Zhuge Liang y otros adversarios de aquellos tiempos eran tipos muy inteligentes y capaces. Entendían perfectamente el juego del poder. Lástima que sea difícil encontrar información sobre estos personajes.
EliminarPor cierto, el juego que citas sobre escrúpulos, promete. ¿Seguro que nuestros queridos políticos a ambos lados del charco no practican con él?
Saludos, Manuel