En el Siglo XIX, dos caballeros se retaron a duelo por unas diferencias de opinión sobre un libro. Uno resultó muerto y otro gravemente herido. Más tarde, el superviviente declaró que no había leído el libro, y tras investigar los hechos, quedó demostrado que el fallecido ni siquiera lo había abierto.
¿Eran gilipollas estos individuos? Por supuesto que sí. Las malas
noticias son que este comportamiento es cada vez más habitual y generalizado.
Lo que deberías saber antes de discutir (o retarse en duelo) |
La gente opina, critica, sienta cátedra, discute, pelea, insulta, odia
y puede llegar a matar por temas de los que solo ha oído hablar por
referencias, en el mejor de los casos. En televisión, no hay más que observar
los tertulianos de programas de debates basura (dudo que haya alguno que no lo
sea). Pero lo más triste no es la televisión, son los comentarios de los
televidentes sobre temas de los que desconoce todo o casi todo (yo también,
porque me importan un bledo)
Naturalmente, si la discusión es sobre política, el tema puede
alcanzar tintes dramáticos. Enfrenamientos familiares y discusiones entre
amigos que después acaban odiándose son efectos de esta forma de pensar (poco) y
de actuar (mucho). Y si hablamos de religión, mejor pasar de puntillas: unos
están tocados por el dedo de su dios, si son creyentes; y otros por el de la
razón pura, si son escépticos. Por supuesto, si son creyentes, mi dios es mucho
mejor que el tuyo, faltaría más.
En las redes sociales esto se lleva a veces a extremos tragicómicos,
de lo que doy fe en los foros que modero. En alguna ocasión y como experimento,
he dejado de moderar y he acentuado las diferencias. En pocas horas, aparecían los
insultos, descalificaciones y hasta amenazas. Otras veces, me han confesado que
han opinado sobre algo que no habían leído, ya que la gran mayoría de las
personas leen lo que está escrito en una bonita imagen y nunca llegan a leer un
texto entero, aunque solo sea de 20 líneas. Y no digamos leer y opinar sobre un
libro, para eso es mejor batirse en duelo a espada, que es más cómodo y
requiere menos esfuerzo intelectual.
Ya decía Gracián que medio mundo se ríe del otro medio, y ninguno tiene razón. Por si tenias dudas, Dale Carnegie avisaba que la mejor forma de ganar una discusión es evitándola.
Pero claro, si obligas a aprender estas dos frases a la Humanidad, van
al paro religiones, políticos, telebasura, chismosas de mercadillo y patio de
vecinos, listillos de taberna, bravucones
y bravuconas, periodistas, hinchas de futbol, duelistas a espada o
pistola, tertulianos de pacotilla y no tan de pacotilla, televidentes basura,
discutidores profesionales y sigue tú la lista que no sé cómo acabarla.
Es bueno que la humanidad sea así. A los que mandan, les encanta.
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Hay mucho cretino iletrado suelto. Y demasiadas ganas de bronca. ¿Pasa algo?
ResponderEliminarNada mas publicarlo en facebook en https://www.facebook.com/elartedelaestrategia ya he visto dos comentarios que dan pistas de que solo han leído el encabezamiento, sin llegar al artículo entero.
EliminarSaludos
Ya sabes como es: Sabemos de todo. Y además tener la razón...Con solo leer el encabezado.
ResponderEliminarHe leído el enlace que dejaste en tu comentario. Voy a buscar más.me apasiona mucho este tema de la antropolgía
Saludos
Mas bien es lo segundo que citas: tener la razón, aunque mueras de una estocada y no sepas qué defendías... pero tenías razón, muerto, pero cargado de razón
EliminarSaludos
PD. A mi me dejó un poco mosca, lo del 4º ancestro. Tres ya era raro, pero cuatro, era multitud