Nos gusta pensar que somos personas racionales y que las emociones toman el control solo de vez en cuando.
Sin embargo, mientras más profundizamos en la mente humana, más nos damos cuenta de que nuestras decisiones, actitudes y comportamientos están determinados por numerosos factores, muchos de los cuales escapan a nuestra conciencia.
5 efectos psicológicos que impactan profundamente en tu vida cotidiana |
1. Efecto Pratfall – Cometer errores nos hace más simpáticos
Muchas personas están obsesionadas con no cometer errores. Les avergüenza tropezar en público o equivocarse al dar un discurso. El miedo a cometer un error es tan fuerte que en algunos casos llega a convertirse en una obsesión. Como resultado, la persona se concentra tanto en prevenir los fallos que su desempeño se resiente e incluso es probable que transmita una imagen lejana, fría o snob.
Sin embargo, según el Efecto Pratfall, cometer un desliz delante de los demás aumenta nuestro atractivo, hace que seamos más simpáticos. Así lo demostró un estudio realizado en la Universidad de Minnesota donde se les pidió a las personas que evaluasen cuán agradables y simpáticas les resultaban los participantes de un concurso. Así se pudo apreciar que los participantes catalogados como más agradables eran aquellos que cometían deslices y no los que tenían un desempeño impecable. ¿Por qué? Simplemente porque las personas los percibían como alguien más cercano y sentían una profunda empatía ante sus errores.
2. Efecto Pigmalion – Grandes expectativas conducen a grandes resultados
Hace algunos años el psicólogo Robert Rosenthal desarrolló un experimento muy interesante: les dijo a algunas profesoras de primaria que algunos de sus estudiantes eran brillantes y que otros tenían problemas de aprendizaje. Al terminar el curso, los estudiantes calificados como “brillantes” mostraron mejores notas mientras que aquellos que supuestamente tenían dificultades para aprender, obtuvieron calificaciones más bajas.
Este estudio nos demuestra que SIGUE LEYENDO...
Parece que el comentario que dejé ayer se perdió.
ResponderEliminarDecía que equivocarse es un arma de doble filo, sobre todo si el que se equivoca es un profesor rígido que no admite fallos en los demás. Otra cosa es que se trate de una persona asequible y dispuesta a entender que todos somos humanos y que un fallo lo tiene cualquiera.
Un saludo.
Con,la vara con al que midas, serás medido, dijo un hombre sabio. Hay que ser indulgente con los fallos ajenos si quieres que los demás lo sean con lo propios.
EliminarUn saludo