El jefe parecía lo suficientemente agradable tras la primera impresión. Todo empezó de maravilla, pero tras dos semanas en el trabajo, te estás dando cuenta rápidamente de que tienes un jefe tóxico.
Por desgracia, no eres el único que podía escribir todo libro de memorias sobre el trabajo que haría que la película "El diablo viste de Prada" pareciese un cuento de hadas. Los jefes tóxicos están ahí fuera en todas las industrias, en todos los niveles, en todas las organizaciones.
4 tipos de jefes tóxicos y cómo manejarlos |
¿La buena noticia? Por lo general estos jefes tóxicos vienen en una de las pocas variedades identificables. Y al reconocer qué tipo de monstruo (perdón por el lapsus, gerente) tienes en tus manos, puedes emplear la táctica adecuada para hacerle frente.
Echa un vistazo a esta guía para los 4 tipos más comunes de jefes tóxicos y los consejos para la gestión de estos personajes.
1. El gandul
Es un holgazán que gasta el tiempo de lunes a jueves en compras on line, en largos almuerzos, y haciendo "networking" en su teléfono inteligente. Luego llega el viernes, y entra en pánico por los plazos y los proyectos que no ha conseguido hacer y te pide que le ayudes a resolver el entuerto.
Prueba hacer esto con este jefe tóxico:
Uno de mis profesores de secundaria tenía un cartel en su escritorio que decía: "tu falta de previsión no es mi urgencia." Desafortunadamente, probablemente no deberías decir esto a la persona que firma tu nómina a fin de mes. En lugar de ello, intenta usar la pereza de tu jefe tóxico como una forma de avanzar en tu propia carrera. Pregúntale si puedes tomar la iniciativa en algunos proyectos que te interesan. Lo más probable es que a tu jefe tóxico no le importe renunciar al trabajo extra, y te deje engordar tu currículum para futuras oportunidades de trabajo.
2. La mina que explota por sorpresa
Es media tarde y el día ha sido un modelo de productividad. Los...
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Muchos dueños de empresas se han metido a jefes sin valer para ello. Eso pasa mucho en españa. Propietarios que no delegan por no gastar. Cuano no es un gasto, sino una inversión.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso que citas sobre el sector privado, no veas como se exagera en el sector público, léase políticos.
EliminarUn saludo