Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente.
Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística.
El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:
-Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.
Sé como un muerto |
El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.
-¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro.
-Nada dijeron.
-En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.
El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante:
-¿Qué te han respondido los muertos?
-De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo.
Y el maestro concluyó:
-Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.
Reflexión
Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.
Fuente: http://bit.ly/1Lm8tF0
Aprender a ser insensible, una difícil asignatura.
ResponderEliminarUn saludo.
Solo los estoicos, budistas y gente similar podrían superarlo.
EliminarUn saludo.
He practicado eso desde hace mucho tiempo. Mi abuelo decía que no importa que hablen de ti bien o mal, solo que hablen de ti...Significa que eres importante.
ResponderEliminarSaludos
Estoy llegando a una edad que hasta me da igual si hablan o no de mi, indiferentemente de si es bueno o malo (lo malo me divierte mas, salvo cuando lo bueno que me dicen es para adular).
EliminarSaludos
Es difícil para alguien que sea puro corazón, fuego ígneo, obedecer a los dictados del cerebro. Ya, y sin embargo debe. Me siento en pañales completamente en esta asignatura.
ResponderEliminarPues Usted verá como elige vivir su vida y las consecuencias de su fuego.
EliminarSaludos