En una sesión grupal, la psicóloga en un momento dado levantó un vaso de agua.
Cuando todos esperaban oír la pregunta: "¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?" , ella en lugar de ésto preguntó:
- ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas de los componentes del grupo variaron entre 200 y 250 gramos.
Pero la psicóloga respondió:
El vaso de agua |
- El peso absoluto no es importante, sino el percibido, porque dependerá de cuánto tiempo sostengo el vaso: Si lo sostengo durante 1 minuto, no es problema. Si lo sostengo 1 hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar se vuelve.
Después continuó diciendo:
- Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas en ellas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada.
¡Acuérdate de soltar el vaso!
Moraleja
A veces las preocupaciones se enquistan en nuestros pensamientos y no nos dejan centrarnos en las soluciones, en lo que sí podemos hacer. Preocuparnos en exceso y anclarnos en pensar en los problemas nos agota, absorbe nuestras energías y nos quita fuerzas para actuar, y para movilizarnos hacia soluciones. Está muy bien ser consciente de los problemas y tener presente las dificultades y los riesgos, pero llenar nuestra cabeza de preocupaciones durante mucho tiempo nos agota emocionalmente. ¿Sabéis soltar el vaso a tiempo?
Está historia la he estado usando con algunos pacientes. Ha resultado muy convincente, puesto que piensan sobre si está lleno o vacio. En todo caso, el vaso siempre está lleno de aire...
ResponderEliminarSaludos Carlos
Y de vidrio... La preguntita da para muchas respuestas.
EliminarSaludos, Manuel
A veces me cuesta soltar el vaso, aunque uno va aprendiendo trucos mentales para lograrlo. La meditación zen viene al pelo: te levantas de la cama, te sientas diez minutos en una silla, te relajas, procuras no pensar en nada mientras mientras respiras pausadamente y cuentas mentalmente y del uno en adelante, despacito. Seguramente cuando vayas por el tres o por el cuatro se te cruza un pensamiento por la cabeza. Vuelves a empezar a contar. Y así. Es un ejercicio para lograr que tu mente controle solo lo que quiere y deseche lo demás. (Este ejercicio me lo indicó mi hijo mayor que es casi casi un monje budista, aunque está casado,jejeje)
ResponderEliminarUn saludo.
Estas meditaciones las hacemos mas personas de las que te imaginas, y funciona, como habrás observado. Espero que tu hijo no se afeite la cabeza ;-)
EliminarUn saludo
La entrada del vaso la tengo progamada para mi blog
ResponderEliminarun saludo
Ya está muy visto esto - lo de si el vaso está medio vacío (PESIMISTA) o medio lleno (OPTIMISTA). La verdad es que el vaso lleva agua (PEALISTA). Y mientras estos tres pierden el tiempo discutiendo y perdiendo el tiempo, hay que adoptar la actitud del cuarto personaje, el OPORTUNISTA, que se bebió el agua.
ResponderEliminarMORALEJA:
No discutas. No solo que pierdes el tiempo discutiendo sino también pierdes la oportunidad que la Vida nos ofrece cada dos por tres.
Sé pro-activo y ACTÚA, lo que yo llamo MEC (Mueve El Culo)..