Cómo implantar ideas en el subconsciente de los demás sin que se den cuenta y crean que la idea es suya.
En el libro EL GRAN JUEGO en su capítulo Lenguaje Verbal, se cita que “nuestro objetivo es, así pues, plantar la simiente en las profundidades del terreno más fértil, donde existan mayores probabilidades de que arraigue y crezca, y este lugar no es otro que la mente inconsciente.”
Directo al subconsciente |
Hacer "entrar" un mensaje en el subconsciente
Convencer a una
persona de lo que decimos en algunos casos es verdaderamente importante. Piense
en el papel que esto puede desempeñar en la recuperación de un toxicómano, en
la enseñanza, en la relación médico-paciente o en otras circunstancias más "ligeras" como las
Entrar y depositar mercancías en nuestro más íntimo almacén del subconsciente no es cosa muy fácil, porque la vigilancia del hemisferio izquierdo es muy rígida, pero con las oportunas técnicas es posible lograrlo, cosa que nos lo demuestra la habilidad diaria de los publicistas, de los políticos y de los vendedores.
El principio de funcionamiento de los dos hemisferios cerebrales se vuelve bastante claro si pensamos en lo que sucede todos los días cuando estamos delante del televisor y vemos la publicidad. La película se interrumpe y empieza la publicidad. Nuestro hemisferio izquierdo está "ocupado" todavía (por ejemplo, quizá está elaborando la trama de la película) y deja al hemisferio derecho "sin demasiadas defensas", dispuesto a absorber, como una esponja, lo que "le aconseja" el anuncio televisivo.
¡Esto no es más que el principio! He aquí un paisaje paradisíaco: nada de tráfico, un verde valle rodeado de pequeñas y verdes colinas donde pacen "tranquilas" unas vacas con un "gracioso" esquilón al cuello, ¿y qué decir del cielo azul con una pocas nubes que se pierden a los lejos en el horizonte? ¡Un cielo tan azul no existe ni en el mismísimo Caribe! Si el hemisferio izquierdo pudiera expresarse diría: "¡Bonito, pero carente por completo de interés para mí; también yo puedo descansar un poco, pues no hay nada que controlar!".
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Aunque esta descripción es un tanto edulcorada y risible, esto es lo que hace el hemisferio derecho, el cual, sin grandes capacidades críticas, es como una esponja dispuesta a absorber cualquier tipo de mensaje, es la puerta al subconsciente.
Pero precisamente cuando parece que no pasa nada más, sin bruscas variaciones que podrían "despertar" al hemisferio izquierdo, he aquí que en el espléndido cuadro naif descubro de lejos algo que se acerca a mi punto de vista. Es nada más que un puntito, pero que avanza bastante rápidamente; el hemisferio derecho está en su máximo de activación. ¿Qué pasará?
He aquí que logro ver mejor. ¡Pero si es exactamente el coche de mis sueños! Bonito, con una línea seductora, silencioso, no deja detrás de sí ni siquiera ese humo negro "típico" de todos los coches, y, como si ello no bastara, al volante hay un apuesto hombre. Si me fijo más atentamente, he de decir que se parece a mí y -ni qué decir tiene a su lado está la mujer de mis sueños, despampanante y con una minifalda de agárrate que hay curvas.
Se diría casi que el coche fuese parte del mismo paisaje de tanto como armoniza con el resto, pero mientras estoy casi en un trance hipnótico, he aquí que la pantalla se oscurece y aparecen, impresos de forma clara y con colores muy destacados, la marca y el precio. ¡Alarma! ¡Alarma!, grita el hemisferio izquierdo, pero ahora es ya demasiado tarde: ¡EL MENSAJE HA PENETRADO!
Al comenzar a conocer algunas de las leyes de la
comunicación moderna, se pueden obtener dos tipos de ventajas. La primera de
ellas es utilizar las técnicas
aprendidas tanto en la vida profesional como en la familiar y afectiva;
la segunda, que, conociendo algunas de las técnicas más empleadas por los
profesionales de la comunicación, cuando miremos la publicidad o veamos a un
vendedor que trata de convencernos, ¡nosotros no caeremos en la trampa!
Lo mismo, pero con alguna variante, ocurre cuando conducimos. ¿Se ha preguntado por qué se gastan las empresas cientos de millones para colocar enormes anuncios que a veces no vemos mucho más que unas pocas fracciones de segundo? Estamos enfrascados en conducir, nuestro hemisferio izquierdo está muy absorbido en ello. Piense en las cosas que tiene que hacer durante el día, hable con otros transeúntes, marcar un número de teléfono... ¡Y EL MENSAJE ENTRA AL SUBCONSCIENTE!
Del libro (ver extracto): El Poder de tu Mente, de Leonardo Ferrari
El cerebro sabe que el subconsciente es "débil". Por eso lo protege de cualquier interferencia externa.
ResponderEliminarSin embargo, siempre hay un escape
Saludos Carlos
El cerebro lo sabe... y los manipuladores, también. Cada vez se usa y se abusa más de este conocimiento. Pronto tal vez no haya escape.
EliminarSaludos, Manuel.
Puntos débiles, poco protegidos. Los torpedos siempre van dirigidos a la línea de flotación o cuando las defendas están bajas. Expertos en ataques.
ResponderEliminarUn saludo
Hay que atacar donde no haya defensas. Es algo tan viejo como el mundo, incluso todos los animales lo saben.
EliminarUn saludo.