Esto va dirigida a esas mujeres que en verdad existen y que también destruyen poco a poco con sus propias manos su matrimonio y su familia.
Las crisis y los problemas en el matrimonio no siempre son culpa exclusiva del hombre, también hay mujeres que no cuidan, no valoran, no respetan y que también traicionan, igual hay muchas que ellas mismas crean un ambiente hostil, insoportable y donde todo se convierte en un campo de batalla.
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Y ¿Cómo lo hacen?
–CON SUS PALABRAS.
Cuando una mujer solo tiene palabras negativas, destructivas para su esposo, incluso para sus hijos, y vive comparando a su esposo con otros hombres y le pasa cortando sus alas, le desanima, le critica y siempre lo pone en mal, cuando con sus palabras su astucia y su capacidad de influencia quiere ejercer dominio para que su esposo haga las cosas que ella quiere, a la manera de ella y como ella las dicta.
–CON SUS DESPLANTES.
Cuando una mujer no agradece y no valora lo que financieramente está al alcance de su esposo, lo crítica lo pone en mal, le vive sacando que estaba mejor antes de casarse con él, desprecia lo que quizá con sacrificio le puede dar y que puede aportar a la casa y a pesar de su esfuerzo ella no aprende a contentarse, sino que vive para señalar sus errores, para quejarse y hacer pleito por todo y por nada y le demuestra con su actitud que haga lo que haga nada es suficiente, lo trata mal, en toda discusión le grita y nunca pone de su parte para arreglar las cosas.
–CON SU POCO AFECTO.
Cuando una mujer tiene mucha más empatía con su mamá, con su papá, hermanos, primos y familiares o amistades de ella, les cuida y les atiende con gran entusiasmo, se preocupa más y está siempre para ellos para abrazarles, se esfuerza por tenerles contentos y agradarles; pero a su esposo no le muestra ningún acto de servicio, no le abraza, no le honra y no le atiende, porque le ve con desprecio, si su esposo la busca, lo rechaza una y otra vez y usa el sexo como un método de chantaje a su conveniencia.
–CON SUS GRIETAS.
También hay mujeres explosivas, con mal carácter, con celos impulsivos y enfermizos y deseo incontrolable de posesión y manipulación con su esposo, mujeres que gastan el dinero en cosas innecesarias y en vez de ayudarle financieramente a progresar a su esposo, lo hunden en deudas sin sentido queriendo vivir de apariencias, no permiten que nadie les diga nada, gritan, insultan, maltratan y denigran y lastiman a su esposo, actuando por impulso y sin poder controlar la emoción del momento, le pasan factura por situaciones de su pasado; es decir, por faltas graves de una relación tóxica previa o por eventos traumáticos, heridas abiertas, donde no tiene nada que ver su esposo o tal vez cicatrices que dañaron mucho su corazón.
–CON SU ORGULLO Y EGOÍSMO.
Aunque algunas mujeres tal vez no lo crean, porque es más común en los hombres, lo cierto es que, también hay mujeres orgullosas y egoístas, que no reconocen nunca que también pueden tener errores y fallas, que solo exigen y destacan que quien debe de cambiar es su esposo y ellas a criterio de ellas mismas piensan que están más que bien, y no tienen nada que necesiten cambiar, solo ellas quieren recibir atención y cuidado y que le llenen sus necesidades, pero ellas no están dispuestas a sacrificar, luchar, esforzarse y trabajar a sí mismo por el bienestar de su matrimonio, mujeres que le prohíben a su esposo visitar a sus padres o que les ayude con dinero, son de las que aun sabiendo que su esposo tenía hijos, antes de conocerla a ella, le prohíbe que los vea o que cumpla su responsabilidad como padre con ellos.
Un matrimonio estable necesita un hombre sabio que aprenda a amar, respetar y cuidar a su esposa; pero también es igual de importante que la mujer sea sabia, ayuda idónea que esté dispuesta a asumir con la mejor actitud que puede mejorar como esposa y que constantemente busque ayudar y apoyar a su esposo, que llene la casa de palabras de afirmación, que crea en él, que disfrute y celebre sus logros aunque sean pequeños, que tenga el consejo oportuno bajo la manga, que cuide la cartera de su esposo y que siempre se acomode a su presupuesto, que ore más por él y lo critique menos y que de manera regular le diga: "Tú eres el mejor hombre con el que Dios me pudo bendecir" y si considera que no se merece esas palabras, entonces...
¿Por qué se casó con él?
Entendamos, un matrimonio es de dos y hay casos en los que no siempre el culpable de que todas las cosas estén mal, es el hombre, hay casos donde la mujer es responsable de que no funcione el matrimonio, lo hemos dicho antes los dos tienen que trabajar, los dos deben de cambiar y esforzarse por ser mejor cónyuge para su pareja, somos una página integral, pero está publicación está dirigida a la mujer que quiera ser más sabia y evitar estas fallas, que desea cambiar y ser esa ayuda idónea, mujer virtuosa y sabia que edifique su casa y que de su parte cree un ambiente de amor.
Por último reiteramos:
El matrimonio necesita de dos personas comprometidas el uno con el otro en un pacto de amor, respeto y lealtad mutuo.
A veces la mujer ha sido muy sabia con un hombre necio, insensato y que de su parte solo ha destruido, ha herido y traicionado a su esposa y en consecuencia tiene una mujer que hace todo lo antes mencionado.
Pero para otros casos donde a usted como mujer le hace falta ser más sabia, si algo le puede servir en su matrimonio a usted como esposa, tome únicamente lo bueno, lo que pueda aplicar en su relación y deseche lo que no aplica en ninguna medida para usted.
Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!
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